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8 de marzo: más de un siglo de lucha visible en las calles

Es 8 de marzo y se sabe que miles de mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales y no binaries, están en algún rincón, de alguna calle del mundo en una jornada de lucha que es histórica y que desde hace seis años también convoca a un Paro Internacional Feminista. Un recorrido por las genealogías y desafíos de este movimiento que hace vibrar la tierra.

Un 8 de marzo, pero de 2019, se cortó la ruta 38, la nacional, la que atraviesa la puerta de entrada a Capilla del Monte y llega hasta Tucumán. Fue hace cuatro años. Una tarde de frío y aún no era otoño. “Siempre con las pibas”, decía un cartel que pasaba entre las manos de las más jóvenes. “Por qué callar si nací gritando”, era otro que les gustaba sostener entre ellas. Ese día la palabra se hizo una boca grande y colectiva. El silencio se fue lejos. En la ruta se visibilizó el paso de la trata, el extractivismo y el despojo en nombre del progreso: “Ni la tierra, ni nuestros cuerpos, son territorios de conquista”.

8M Capilla del Monte 2019

Hacía tan sólo un año que se había conformado el movimiento de mujeres en Capilla, al calor de las asambleas previas al 8M, pero del 2018. “Hoy, ya hace cinco años que decidimos nombrarnos y visibilizarnos como Movimiento Plurinacional. Ése fue el primero de muchos acuerdos”, dice Paula Rodríguez, integrante del Movimiento Plurinacional disidente y feminista de Capilla del Monte. “Así nos nombramos en respuesta del reclamo de mujeres y disidencias de más de 36 naciones indígenas de nuestro país”.

Un ritual que va construyendo su historia con la forma de cada geografía, pero sin el límite de las fronteras. Este movimiento crece desde las resistencias y la puesta en práctica de otras formas de habitar un mundo que sigue siendo hostil para las mujeres, niñeces y disidencias: “a lo largo de estos cinco años nos organizamos en todas las luchas por la defensa de nuestras vidas, de nuestra tierra y en contra de todas las violencias”, expresa Paula.

8M Capilla del Monte 2019

El origen

El 8 de marzo es reivindicado desde los movimientos feministas como un día de lucha. Año tras año, se divulga que la fecha fue elegida en función de un incendio intencional, ocurrido en una fábrica textil de Nueva York, para acabar con la protesta de las trabajadoras un 8 de marzo de 1908. Sin embargo, ese día era domingo. Otro incendio, que tuvo gran repercusión por la cantidad de víctimas, fue en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist Company de Nueva York, donde murieron 146 personas, la mayoría mujeres inmigrantes de Europa del Este e Italia. Pero eso fue un 25 de marzo de 1911.

Si bien hay distintas versiones del año en el que habría ocurrido, algunas mencionan 1908, otras 1911 o aún 1857, lo interesante es ir más allá de la fechas exactas de los acontecimientos, para analizar cómo esa memoria tuvo un sentido hegemónico clave en la construcción del lugar de las mujeres en la historia.

En las últimas décadas investigadoras feministas -de distintas partes del mundo- concluyeron que aunque hayan ocurrido eventos semejantes al tradicionalmente narrado, éstos nunca sucedieron el 8 de marzo. Las investigaciones mostraron que esta fecha fue elegida en 1910 durante el Encuentro Internacional de Mujeres Socialistas. El 8 de marzo también coincidía con el día en que las trabajadoras rusas empezaron una huelga general -en 1917- y marcaría el comienzo de las convulsiones sociales que dieron inicio al proceso revolucionario ruso.

Ese origen fue, de a poco, siendo borrado de la historia, con el objetivo de desvincular esa conmemoración de su carácter revolucionario. En la primera versión las mujeres fueron víctimas. En la segunda, sujetas de la Historia, desencadenadoras de uno de los principales hechos históricos de todos los tiempos.

El 8 de marzo es una fecha sumamente significativa para la historia de las mujeres, aunque durante décadas apareció ignorado y oculto entre avisos comerciales que fomentaban el consumo, consolidando un proceso de invisibilización característico del patriarcado. Hoy esos sentidos están siendo revertidos por este movimiento que hace mover el mundo. Trabajadoras con o sin remuneración, con identidades de género disidentes, indígenas, campesinas y migrantes, se manifiestan y en esa acción el 8 de marzo se re posiciona -cada año y con más fuerza- como un día de lucha.

8M Capilla del Monte 2022

“Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras”

Hace seis años que cada 8M en nuestro país tiene adscripto una nueva convocatoria: El Paro Internacional de Mujeres. Esa experiencia que surge como forma de protesta de las mujeres islandesas en 1975 y que las polacas retoman en 2016, fue clave para la genealogía de este movimiento a nivel global. Resignificó y actualizó las demandas desde múltiples expresiones, intergeneracionales y articuladas en la crítica al sistema patriarcal, capitalista, heterosexista, racista y colonial.

“El paro es una herramienta de confrontación de clase y no de cualquier clase: la clase trabajadora. Apelar a él, nos sitúa en una tradición y en una identidad: la de ser trabajadoras. Justamente, nos reconocemos como tales, y no sólo por lo que hacemos fuera de casa a cambio de una retribución. Muy por el contrario, y especialmente, es reconocernos como trabajadoras por lo que hacemos dentro del hogar y gratis, explica la historiadora Andrea Andújar, y problematiza el lugar asignado como garantes de la reproducción a disposición de las tareas del cuidado.  

“Me parece bastante potente la idea de la huelga feminista para el 8M”, comienza Juliana Díaz Lozano, Doctora en Ciencias Sociales, militante feminista e integrante de la Cátedra Libre Virginia Bolten de la Universidad de La Plata. “Retoma la tradición de lucha de lxs trabajadorxs y amplía la idea de trabajo. En muchos países permitió restaurar la idea de huelga, volver a ponerla en la escena pública y en el debate”.

Entre los nuevos sentidos que adquiere esta fecha, pensar la huelga es “ligarla a un programa político y de reivindicaciones, que supere el carácter conmemorativo de la marcha”, analiza Juliana. “Compañeras de distintos países cuentan que les permitió generar alianzas con mujeres de los sindicatos. Llenar de contenidos movilizaciones como el 1 de mayo, empezar a meter en las reivindicaciones sindicales, ejes feministas. Juntar esos dos mundos, que están bastantes separados, como son los el sindicalismo y el movimiento feminista”.

Por último, la huelga nos permite preguntarnos: ¿quiénes son las personas que no están pudiendo hacer paro? “Son las que representan el eslabón más débil de los trabajos precarios, pero también todas la que se ocupan de cuidados con o sin remuneración. Esa pregunta, da cuenta de cuáles son los verdaderos trabajos que sostienen la vida”, concluye Juliana.

Esta huelga que se extiende como una estampida, es una forma concreta de visibilizar las desigualdades, dónde sólo en América Latina y el Caribe, el  10% de la población es dueña del 71% de la riqueza. En esta repartija desproporcionada, la feminización de la pobreza es una consecuencia directa de un sistema que aún vulnera los derechos de las mujeres y disidencias.

8M Capilla del Monte 2022

Las convocatorias en la región

La provincia de Córdoba ya cuenta con el triste número de seis femicidios y transfemicidios en lo que va del 2023. Desde el colectivo Ni Una Menos se exige, entre otras cosas, a los gobiernos nacional, provincial y municipal políticas públicas efectivas con presupuesto y acompañamiento a lxs familiares y lxs víctimas de todas las violencias patriarcales en su reclamo por justicia.

Soledad López Vaca, -Lola-, integra la Colectiva feminista de San Marcos Sierras y el grupo Fuenteovejuna, de acción urbana, artística y callejera. “Desde estos espacios junto con el grupo Gatas Peludas, estamos coordinando este 8 de marzo, con una invitación a todas las mujeres y disidencias que quieran expresarse. Con un amplio grupo de vecinas que conforman grupo de wasap de intervención feminista, se está armando el bordado de los nombres de las mujeres que fueron víctimas de femicidios. “Estamos cosiendo esos nombres a un manto gigante desde el año pasado. Se va a preparar un altar, con canciones y rituales”, dice Lola y agrega que sugieren ir vestidas de negro, violeta, naranja, o combinados.

“Nuestra consigna central para este año es: No varones cis en el escenario”. La actividad será en la plaza del pueblo, con música, carteles y distintas performances. “Las disidencias están re presentes”, enfatiza: “gays, lesbianas, trans, binaries y mujeres, todes participando por igual en la organización y en el escenario”.

“Este 8M también marchamos en las calles de Cruz del Eje”, cuenta Virginia Artaza de la Colectiva y convocan a este Paro Internacional y a una movilización que arrancará desde la Plaza de la Memoria de la ciudad, con la propuesta de visibilizar lo que se está haciendo en el territorio, para contar las distintas realidades y el trabajo que viene siendo una respuesta a muchas prácticas violentas institucionales y sistemáticas que oprimen sobre las cuerpas de las mujeres y disidencias. “Abrazamos esta lucha que nos une muchísimo para aprender, seguir construyendo y debatiendo hacia dentro de nuestros movimientos y entender también al feminismo como la suma de historias personales que nos interpelan y que siguen comunicándose para tejer una red gigante para seguir creciendo y ya no hay marcha atrás”.

En Capilla del Monte se adhiere al paro y a la movilización. La convocatoria es a mujeres y disidencias, a las 17hs. en la ruta 38 para denunciar los caminos de la trata, lo que pasó con Cecilia Basaldúa y la injusticia de un Estado local ausente que romantiza esta fecha con una invitación que ubica a las mujeres en los lugares históricamente asignados por el patriarcado.

Las intervenciones artísticas estarán a lo largo de la marcha que recorrerá las calles de la localidad como otra forma de visibilización y denuncia. “Reivindicamos la heroica lucha de las mujeres que hace más de un siglo se manifestaron en distintas partes del mundo. Luchamos por un buen vivir, por mejores condiciones sociales y económicas, por una justicia no machista ni racista, por nuestro derecho a la salud y a decidir sobre nuestros cuerpos y sexualidades. Tomamos el ejemplo de nuestras ancestras, para construir una sociedad más justa, libre e igualitaria”, expresaron desde el Movimiento Plurinacional feminista y disidente de Capilla del Monte.


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